La historia del virus que hacía tonta a la gente

Erase una vez unos científicos de un reino muy cercano, que con animo y mucha curiosidad, detectaron algo que a muchos podría parecerles raro. Algo oculto, algo nunca visto que afecta al cerebro. Y buscaron y buscaron sin descanso. Lo que hallaron fue muy extraño...en verdad singular...un personaje muy diminuto, pero en verdad peligroso...

lavado de cerebro viralChlorovirus es un género de virus gigantes pertenecientes a la familia Phycodnaviridae. Esta clase de virus de doble cadena de DNA y con morfología icosaédrica, aparte de tener tantas palabras rebuscadas, infectan usualmente algas marinas y de agua dulce. No representan peligro alguno para el ser humano...o eso se creía. Este pequeñín es capaz de infectar las fauces de los mamíferos sapiens que creyeron ser inmunes a él.

Durante una investigación de rutina y sin mucha intención de encontrar nada fuera de lo normal al analizar la microbiota bucal de personas sanas, investigadores de la universidad Johns Hopkins y la Universidad de Nebraska encontraron un habitante un poco inusual...mmm...¿un poco?, bueno, muy inusual para ese momento.

Acanthocystis turfacea (ATCV-1) es el protagonista de este drama. Su presencia en la faringe y boca de seres humanos desencadena ciertos eventos que podrían poner en muy serios problemas las capacidades cognitivas de sus huéspedes, ya que según los resultados de pruebas psicométricas hechas a personas portadoras de este singular personaje, demuestran un disminución pequeña, pero estadísticamente significativa en la capacidad de procesar información.

Lo anterior repercute en: la velocidad de procesar información visual, la respuesta motora y la memoria de reconocimiento (la misma que nos permite reconocer al que vemos en el espejo todas la mañanas al peinarnos).

Al parecer, la forma en que el virus afecta estas capacidades tan importantes en los seres humanos resulta sencillamente...escalofriante. Literalmente el virus modifica la expresión de los genes cerebrales que se involucran en el aprendizaje, la memoria y la inmunidad viral. Dicho en otras palabras, ¡Nos lava el coco con tanta exactitud que cambia hasta de lo que estamos hechos! 

Sin duda esto da pauta a más preguntas que respuestas relacionadas con el origen y la influencia histórica que han tenido los chlorovirus, que hasta hace unos años creíamos encontrar solo en las algas marinas, en la vida y evolución del hombre.

Link del artículo de investigación:

http://www.pnas.org/content/111/45/16106

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