El virus del ébola es la causa de la fiebre hemorrágica del ébola. Ejemplos de otras enfermedades provocadas por virus son la gripe, el SIDA y el hérpes. El cuadro clínico provocado por el ébola incluye: fiebre, dolor de cabeza, dolor de articulaciones y músculos, debilidad, diarrea, vómitos, dolor de estomago, falta de apetito y hemorragias anormales.
Los síntomas pueden aparecer entre los 2 a 21 días después del contagio. El promedio es de 8 a 10 días.
La forma de contagio es el contacto con fluidos corporales sean provenientes de humanos o animales, vivos o muertos: sangre, orina, sudor, semen, saliva, lágrimas, etc; o por contacto directo con objetos contaminados.
Existen cuatro diferentes tipos del virus del ébola que causan la enfermedad en humanos: virus del Ébola-Zaire, virus del Ébola-Sudán, virus del Ébola-Costa de Marfil y el virus del Ébola-Bundibugyo.
Hasta el momento no existe cura conocida. Muchos medicamentos antivirales no tienen buenos resultados con el virus del ébola. Los pacientes son generalmente hospitalizados por la severidad de la enfermedad y las únicas medidas a tomar contemplan el soporte vital (medicamentos y líquidos) con el fin de evitar un estado de shock. Hasta el 90% de los infectados llegan a morir.
Por lo anterior es fundamental que la población tenga hábitos de higiene básicos día a día. Ejemplo de ello es mantener una buena higiene personal, limpiar la casa, limpiar objetos de uso común, taparse la nariz con el antebrazo al estornudar (NO CON LA MANO, NO CON UN PAPEL O PAÑUELO), no tirar basura en las calles, evitar en hacinamiento, etc. Estas simples medidas son una barrera poderosa para evitar la propagación descontrolada de muchas enfermedades, incluida la enfermedad causada por el virus del ébola.
Para mayor información sobre esta enfermedad:
http://www.cdc.gov/vhf/ebola/about.html (en inglés)
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs103/es/ (en español)
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