"Puede decirse que la
diferencia más sobresaliente entre los hombres de ciencia y los
demás profesionales es que los primeros aceptan su ignorancia y
parten de ella para realizar sus trabajos y observaciones, mientras
que los segundos basan sus actividades en los conocimientos que ya
poseen o creen poseer”
Ruy Pérez Tamayo
Un aspecto muy
interesante de la ciencia es este: No existen verdades absolutas o
dogmas de fe. Un científico esta constantemente en busca de la
verdad. Parafraseado a Sócrates “este
hombre, por una parte, cree que sabe algo, mientras que no sabe nada.
Por otra parte, yo, que igualmente no sé nada, tampoco creo saber
algo”. Es precisamente esta
incertidumbre la que motiva la curiosidad y
la inventiva para generar nuevas ideas y teorías para explicar el
mundo que nos rodea. Partiendo de la humildad al reconocer que no se
conoce todo con absoluta certeza se
puede indagar mejor en el mecanismo primario del universo.
La
historia de la humanidad esta plagada de anécdotas e historias que
nos demuestran constantemente como evolucionan las teorías
científicas. Nacen, son aceptadas, son rechazadas, encaminan a
verdades o mentiras que perduran por años, son alentadas por
intereses políticos o son rechazadas por conveniencia hasta
llevarlas a la extinción.
En
la actualidad debido a la poca inversión en el desarrollo de
una cultura científica se
siguen propagando teorías que han sido refutadas hace
muchos años (o
han quedado desactualizadas). Algunas otras que fueron motivo de
burlas en el pasado y fungieron como ejemplos de la ridiculez humana,
hoy en día son herramientas indispensables para poder explicar mejor
lo que ocurre con los misterios de la naturaleza. Todo esto gracias a
los avances, paso a paso, poco a poco, de una mejor comprensión de
la realidad y los procesos involucrados en ella. Un
fruto natural de este desarrollo lo simboliza la epigenética.
Siendo
románticos y utilizando un lenguaje poético “ el destino no esta
escrito en las estrellas ni en los genes...también se encuentra en el fruto de tu trabajo. Por lo tanto amigo mío, traza uno que supere a los astros”
De eso precisamente trata la
epigenética, del estudio de la modificación de la expresión de los
genes en la cual no se presenta una alteración en la secuencia
genética, las “estrellas” siguen marcando un camino, pero hay
algo más. Ese algo más son las decisiones que tomamos diariamente,
los efectos del entorno en nosotros. Efectos que gracias a la
plasticidad del genoma permiten obtener otra posibilidad que puede
ser heredada.
Hace
algunos ayeres un naturista llamado Jean-Baptiste
Lamarck
formuló
la primera teoría de la evolución biológica donde los organismos
evolucionaban de formas más simples impulsados por una presión
ambiental que los obligaba a transformarse, heredando esos cambios a
su descendencia. A parte de dicha
teoría su trabajo contó con muchas investigaciones y registros
importantes de sus observaciones en diferentes campos de ciencia,
incluso es el
responsable de acuñar el termino “biología” que como sabemos
es una de las ciencias más importantes de nuestra actualidad. Sin
embargo, se le conoce mejor dentro de la cultura pop por su fallida
(pero no tanto) teoría de la evolución denominada lamarckismo.
Dicha
teoría fue motivo de burlas que con el tiempo y otras
circunstancias lo llevaron a un creciente desprestigio dentro de la
comunidad científica. Los intereses políticos de la época casi
pusieron en peligro una idea, que si bien no estaba totalmente
desarrollada, mostraba indicios de una verdad que hacia falta
desentrañar y pulir adecuadamente.
Mientras
las teoría darwinista era apoyada el lamarckismo se hundía en el
balde de los intentos fallidos de la ciencia. Pero, como lo mencione
anteriormente, en la ciencia no hay verdades absolutas, es un
constante devenir
de descubrimientos
y el tiempo se encargaría de renovar las ideas del pasado.
Lamarck
intuía que algo ocurría entre un ser vivo y el medio ambiente que
lo transformaba de alguna manera y esto podía ser trasmitido a sus
descendientes. No supo describir correctamente ese “algo”, pero
vislumbro un secreto que estaba lejos de ser interpretado en aquella
época. Hoy en día ese algo se nos revela como cambios a nivel
molecular que ocurren “por encima de la secuencia de genes”,
cambios
que involucran a las histonas y la metilación de bases nitrógenadas.
Las
histonas son proteínas que se encuentran en el ADN y son muy
importantes en su empaquetamiento y en la regulación de la expresión
de los genes. Un cambio en ellas significaría un cambio en lo que
observaríamos físicamente (y no solo con los ojos) en un individuo.
El
otro cambio involucra la metilación de las bases nitrógenadas que
conforman el ADN. Se ha comprobado en diversos estudios como esta
metilación esta involucrada en el desarrollo o no de ciertos
canceres y en la resistencia a diversas enfermedades bacterianas y
víricas.
Estos
cambios epigenéticos
son lo que explican, por ejemplo, las diferencias que poseen los
gemelos que si bien cuentan con el mismo material genético al nacer,
conforme pasa el tiempo comienzan a presentar diferencias que muchas
de ellas son incluso perceptibles a simple vista. Lo mismo ocurre con
otras especies vivas como los ratones. Según el contenido de grupos
metilo en su dieta, será la variación en el color de pelaje,
característica que es heredada a su camada.
Otro
ejemplo, de gran importancia en al salud humana, es la posibilidad de
heredar por vía epigenética la obesidad. El peso que posee un
futuro papá afecta la información hereditaria contenida en el
esperma.
¿Qué
significa eso?
Significa
que hombres delgados y hombres obesos poseen diferentes marcas
epigenéticas que hacen suceptibles, o no, que sus hijos padezcan
obesidad. Estos cambios involucran la metilación de genes
responsables en el control del apetito.
Esto
abre un camino y la pauta para continuar investigando cuales son los
hábitos y presiones ambientales que inducen estos cambios a nivel
molecular.
Como
puedes darte cuenta la ciencia es una constante busqueda de la verdad
y todavía falta mucho por descubrir en ella. Muchos físicos hace
más de 100 creían que todo ya había sido estudiado y descrito en
dicha área (física
clásica),
pero años más tarde físicos extraordinarios
como Niels Borh, Max
Planck y Albert Einstein demostrarían todo lo contrario (física
cuántica).
Ya
lo diría el poeta “el destino no esta escrito en las estrellas...”
Link
a artículos relacionados con el tema:
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and Bariatric Surgery Drive Epigenetic Variation of Spermatozoa in
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